Editorial La Mezquita, Selvi Ediciones
El libro que ponemos a disposición del lector es muy peculiar. En esencia son tres visiones en un mismo texto. Se refiere a uno de los acontecimientos mas apasionados del pasado de América Latina: la guerra de independencia de Cuba de 1868-1878.
Muchos de los participantes, en ambos bandos, escribieron memorias sobre su participación en el contiendo. De todas ellas, la mas singular fue la del teniente del ejercito español Antonio del Rosal y Vázquez de Mondragón. Capturado en septiembre de 1873 por los insurrectos, sufrió cautiverio por dos meses hasta que fue dejado en libertad. Del Rosal escribió, al regresar con sus compañeros de armas, dos textos, cada uno con características muy diferentes. El primero, titulado Los mambises, es un estudio sobre los insurrectos cubanos. El hecho que su objetivo fuera el revelar sus tácticas militares, los recursos que disponían y forma de vivir para que sirviera de utilidad al ejercito colonial para perseguirlo, le da un sentido muy original a la obra.
El segundo libro, que publico con el título Diario de mi cautiverio, tenía como objetivo narrar las peripecias que sufrió durante su encarcelación. Pese a que era un convencido de sus ideas políticas, quizás por eso mismo, sin dejar de considerarlos sus enemigos, con sus prejuicios raciales, nacionalistas, su machismo e incluso tratando de justificar por qué sus enemigos no lo ejecutaron, la obra nos ofrece el escenario desgarrador de la vida de los insurrectos.
Lo que le da un sentido muy especial al libro es el estudio que hacen los historiadores cubanos Elia Sintes Gómez y José Abreu Cardet como introducción. Es un análisis de la mentalidad de un oficial del ejercito español. Se acercan con respeto, pero objetividad a los prejuicios que dominaban a estos hombres educados para someter a las colonias del imperio. Nada escapa al escalpelo social de estos investigadores. Un profundo conocimiento abalado por más de una treintena de libros publicados y numerosos artículos sobre el proceso independentista cubana le da autoría intelectual para llegar a sorprendentes criterios y poner en tela de juicio la honorabilidad de no pocos represores.